sábado, 23 de febrero de 2013

Ellas

Ellas se debían mucho pero se querían poco, y probablemente éste era su mayor problema. Las dos estrellas buscaban enfrentamiento de algún tipo, pero sin poder moverse esperaban algún catástrofe en el espacio. Agonizaban todo el tiempo, querían ver a la otra estrella muerta, apagada. Entonces peleaban por su ideal odiándose desde que nacieron, hace no menos de diez millones de años. Decir que se odiaban ya queda corto, cada una prefería morir si había que hacerlo para la perdición de la otra, y si pudiera haber (según ellas) otra posibilidad de vida después de la muerte, maldecirían a la otra hasta que nunca se cansen. Ya sabemos, las dos egoístas luchaban por su ideal aborreciendo a la otra estrella. Probablemente lo que escribí es en forma de códigos, imagínense una estrella en penumbras y la otra odiándola por siempre y para siempre. Una estrella, un famoso/a que odie a su super-competidora por años... Imagínense, aún más horrible que cualquier otra cosa, horrible, espeluznante.

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